No es poco frecuente para aquellos que gustamos de ojear y recorrer los estantes esotéricos de alguna que otra librería, el haber registrado en alguna ocasión el término “Cábala” en nuestra memoria. Sin embargo, ¿ha llegado en algún momento a indagar en la realidad de este vocablo?, ¿qué es realmente Cábala?

Podríamos afirmar que las definiciones enumeradas hasta el momento de la palabra “cábala” son tantas y tan variadas como la imaginación, el discernimiento y la tipología de las mentes que en algún momento y lugar, se han embarcado en su estudio. Procederé en primera instancia a enumerar las más relevantes y, en segundo lugar a exponer una versión algo menos difundida –pero no por ello menos interesante - sobre el origen y significado de este vocablo.

Dentro de las diversas hipótesis planteadas en torno a la etimología de esta misteriosa voz, divergen y coinciden los estudiosos de la misma en dos puntos bien definidos. La divergencia parece radicar en la inseguridad que se posee en cuanto al origen del término, y la coincidencia sobre la dualidad que en el aspecto forma suele éste presentar. Esta segunda aseveración proviene del hecho probado de que la palabra Cábala a menudo se nos presenta escrita de dos formas distintas, esto es, tanto con la letra “K” como con la “Q” *. A medida que vaya el lector avanzando en la lectura de este artículo, llegará a aprehender la importancia que de este hecho se deriva. Valga ahora simplemente señalar como el uso de una u otra letra puede otorgar significados distintos a esta polifacética palabra.

Cábala escrita con “Q”

Existen aquellos que opinan que cuando se nos presenta esta palabra en su aspecto “Qabbalah” lo hace partiendo de una derivación del vocablo o la raíz hebrea qibbel, “recibir, reunir” lo cual justifica todo un conjunto de definiciones que se le atribuyen y de las cuales las más importantes y reiterativas son: recibir, revelar, lo que pasa de mano en mano, lo que viene de atrás o tradición recibida y transmitida.

Cábala escrita con “K”

Cuando en lugar de venir escrita con la vigésima letra del alfabeto hebreo “Quf” – a la cual le corresponde el número 100 – se nos muestra en su forma “Kabbalah, Kábala o Kabalah” es decir, con la letra Kaph, Kaf o Kaph, y apoyando la versión de que el alfabeto hebreo pudiese haberse visto influenciado por el lenguaje egipcio a través del contacto que Moisés y su pueblo parecieron tener con este pueblo durante el reinado de Ramsés II, se piensa pudiese derivar esta forma de la palabra del radical egipcio “Khepp, Khop o Kheb, Khob” el cual evolucionó en el lenguaje hebreo a las voces “Khebb, Khebet o Gab”, en cuyo caso los significados atribuidos a la palabra serían los de “encerrar u ocultar” Puesto que las formas “al” u “ol” en egipcio significan “tomar” se concluye con que la palabra Kábala nos revela su significado a través de la expresión:”tomado de lo oculto, de lo hermético”, o por derivación “ciencia o doctrina tomada o encerrada en los principios ocultos”.

Más allá de todo lo anteriormente expuesto, su escritura mediante la undécima letra del alfabeto hebreo - Kaph - al poseer esta el valor de 20, podría estar indicándonos algo más, puesto que “la” es traducido por “poder” y la suma de los valores de Kaph y Beth (K+B) es igual a 22 (Kaph=20, Beth=2; Kaph + Beth= 20+2=22)** se deduce que la palabra Kábala hace referencia al poder de las 22 letras o signos del alfabeto hebreo. En posteriores artículos veremos como una de los rasgos que dotan a este alfabeto hebreo de poderes mágicos radica en el hecho de que cada letra posea un valor numérico que da nacimiento al estudio de una de las ciencias más representativas del mundo hebreo: la Gematría.

Es curioso – una vez enumerados los múltiples significados y orígenes asignados a esta palabra – que las distintas acepciones atribuidas a ésta no se contradigan o se excluyan entre sí, sino que por el contrario parezcan conformar un conjunto compuesto por los diferentes modos en que un observador pudiese percibir un mismo cuerpo adoptando éste posiciones distintas con respecto a aquél, agrupando de este modo las conclusiones extraídas de la observación del mismo, en sus variadas facetas. En virtud de lo anterior y tras un pormenorizado estudio de la historia y evolución de la raza humana y de los vestigios escritos que al día de hoy conforman el corpus de sabiduría del cual disponemos, que tanto los unos como los otros, es decir que tanto los que apoyan la escritura de esta palabra con la letra “K”, como los que insisten en darle forma escrita a través de la letra “Q”, pudiesen estar acertados en sus divagaciones. Veamos por qué.

El verdadero significado esotérico de la palabra Kábala

Se entiende por “esotérico” lo contrario a “exotérico” deduciendo pues que si lo segundo es definido como aquello que constituye el aspecto externo de algo –su aspecto forma - lo primero no tiene por más que definir aquello que se oculta tras el aspecto externo de cualquier cosa, el cual a diferencia del primero no puede ser percibido por los 5 sentidos básicos, sino que ha de ser comprendido mediante el poder de la intuición elevada, del alma o del espíritu.
Es por lo anterior que además de aceptar como válidas todas las premisas expuestas por los numerosos autores consultados, dentro de la faceta exotérica que el término Kábala o Qabbalah encierra, añadimos una tercera interpretación que bien pudiese completar y arrojar alguna luz sobre el verdadero significado y origen de una de las palabras que más atención haya recibido a lo largo de toda la historia del ocultismo y el misticismo- tanto oriental como occidental - de todos los tiempos.
Cuando profundizando en los misterios, cultura y tradición egipcia, vemos cómo los antiguos egipcios solían referirse al espíritu por el término “BA” y al alma por el de “KA” En el caso de aceptar tal y como afirmaba Saint Yves que “LA” a su vez significa “poder”, el resultado obtenido de la combinación de estos tres vocablos sugeriría que la “Kábala” hace referencia al poder del alma y del espíritu. No obstante, y en un sentido aún más amplio y esotérico, el “La” puede muy bien equipararse al concepto “maya” de los sánscritos o incluso al “matrix” del que hablaba el famoso Morfeo en la película que lleva este mismo nombre, en cuyo caso el significado se vería levemente modificado y haría referencia en este supuesto al modo en que el alma y el espíritu –lo cual son cosas distintas o diferenciadas – ejercen su poder sobre la realidad que nos rodea.

De todo lo anteriormente expuesto y en virtud de los significados etimológicos correspondientes a esta palabra, estaríamos ahora en posición de afirmar que Cábala es:

1. Una ciencia que estudia el alfabeto hebreo y sus múltiples usos en forma de código alfanumérico.

2. Un sistema de conocimiento que habla del poder del espíritu y del alma, de su manifestación en este plano físico-denso y de cómo ejercen en él su poder.

3. Una doctrina filosófica que se ha venido transmitiendo primero de forma oral y más tarde oral y escrita desde tiempos remotos al momento actual.


Y es que a veces, una visión amplia y abarcadora de las cosas junto con un leve viaje en el tiempo en busca de los orígenes de las mismas, suele no sólo eliminar a grandes rasgos nuestro desconocimiento acerca de ellas, sino recomponer lo que en el pasado ha sido en la mayoría de las ocasiones diseccionado por uno u otro motivo, ayudándonos de una manera rápida y sencilla a captar la esencia de un determinado tema, así como a obtener una visión integradora de aquello que elijamos como objeto de estudio. Esta actitud incluyente nos ayuda no sólo a avanzar en el camino del conocimiento, sino que a su vez fomenta un espíritu de hermandad, de aceptación y una visión integradora que se hace muy necesaria en estos tiempos.

*Note el lector que la difusión de la palabra “Cábala” escrita con la letra “C” no indica que sean tres y no dos las distintas formas en las que pueda verse esta palabra documentada, ya que la letra “C” como tal no existe en el alfabeto hebreo y que somos los hablantes y escribas del alfabeto latino los que sustituimos una y otra – es decir, los sonidos Quf y Kaph – por nuestro habitual fonema “C”
** Es importante en este punto saber que en hebreo antiguo y hasta la introducción de las vocales en este idioma de mano de los sabios Masoretas, el alfabeto de esta lengua no poseía vocales, por eso al realizar el cálculo numérico a través del cual se obtiene el posible significado que por Gematría se obtiene del término, las vocales han sido obviadas.

Artículo publicado por Olga en www.revistamagica.es